Imagine ahorrar todo un año para tomar sus vacaciones en un hotel de ensueño. Por fin llega el día y usted está en esa anhelada habitación, gozando de un merecido descanso. De repente todo se vuelve confuso, escucha un abaleo en el corredor y lo que debía ser un momento de felicidad y confort se vuelve en un instante de terror.